20 sept 2011

Pone en riesgo la sustentabilidad ecológica, señala el director del Instituto para México y EU de la UCLA



Semarnat debe retirar el permiso que dio a Hansa Baja en Cabo Cortés: experto

Este año la dependencia le dio una nueva autorización parcial mediante la cual puede dragar canales y construir hoteles

Asimismo, se le otorgó una concesión para extraer agua en un monto equivalente al ciento por ciento de la disponible

Angélica Enciso L.
Periódico La Jornada
Martes 20 de septiembre de 2011, p. 36

Al proyecto turístico Cabo Cortés, ubicado a un lado del parque arrecifal Cabo Pulmo, en Baja California Sur, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) le debe retirar el permiso que le otorgó, ya que no es viable y representa un riesgo para la sustentabilidad ecológica regional, sostuvo Exequiel Ezcurra, director del Instituto para México y Estados Unidos de la Universidad de California.

Jamás un funcionario menor, como en este caso lo hizo un director de área, en lugar del titular de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira), había autorizado la manifestación de impacto ambiental (MIA) de un proyecto de esta trascendencia, que es tres veces más grande (30 mil cuartos de hotel) que la infraestructura hotelera de la región de Los Cabos, donde hay 11 mil habitaciones, misma que apenas registra una ocupación promedio de 50 por ciento.

Señaló que la experiencia de los años recientes en el Golfo de California en cuanto a planes turísticos es abandonarlos, como ha ocurrido en Puerto Escondido, El Mogote, Puerto Peñasco, entre otros. En el caso de Cabo Cortés, recordó, la empresa que lo impulsa, Hansa Urbana, está quebrada en España, y no se descartaría que venda el proyecto.

En la autorización de este plan se hizo caso omiso de las recomendaciones de la Comisión Nacional del Agua, de la de Áreas Naturales Protegidas, organizaciones ambientalistas, de científicos y de la sociedad, señaló Ezcurra, quien fue presidente del Instituto Nacional de Ecología en el sexenio pasado.

Por su parte, el director en México del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Omar Vidal, dijo que oficinas en alrededor de 20 países de esta organización internacional han enviado cartas al presidente Felipe Calderón para demandarle la cancelación de Cabo Cortés, ya que no es el modelo de turismo que debe aceptar México.

En conferencia de prensa, Ezcurra presentó argumentos científicos que hacen inviable este proyecto y sostuvo que la MIA presentada por Hansa tiene se-rias deficiencias técnicas que ponen en riesgo la viabilidad de la región.

Explicó que la MIA se basa en el supuesto de que las corrientes alejarán los contaminantes producidos por el desarrollo hacia el norte, manteniendo protegido el Parque Nacional Cabo Pulmo de los impactos del proyecto; sin embargo, para realizar ese estudio la empresa no realizó ninguna investigación a profundidad ni tomó datos adecuados sobre la dinámica de las corrientes en la región, y además desdeñó un cúmulo de información científica que señala lo contrario de sus conclusiones.

Asimismo, abundó, la Dgira le autorizó la extracción de 4.5 millones de metros cúbicos del río Santiago, pero la empresa no presentó las coordenadas exactas de la perforación de pozos, lo cual denota que el permiso se dio sin que esta dirección conozca la ubicación exacta de los pozos y no evaluó el impacto a las comunidades.

El permiso fue otorgado el 22 de septiembre de 2008 por Roberto Manuel Margáin Hernández, en ese entonces director del área a cargo de la evaluación de sectores de energía e industria, que días después dejó el cargo.

La concesión que otorgó la Semarnat a la empresa para extraer el agua es el equivalente a ciento por ciento de la disponible en el único acuífero no sobrexplotado en una región desértica, sin considerar las necesidades de la población actual y futura, la creciente vulnerabilidad de la zona ante el cambio climático global ni los ciclos de sequía, indicó la WWF.

En la MIA no se consideró que el número de cuartos proyectados traería una población de al menos 150 mil personas, la cual requeriría unos 15 millones de metros cúbicos al año; se trata de agua que no existe en la región, añadió Ezcurra.

Precisó que este año la Semarnat dio una nueva autorización a la empresa, pero parcial, e incluye el permiso para dragar canales y la construcción de hoteles. Argumentó que esto no se puede hacer: una autorización se da o no se da, ya que de esta forma la viabilidad ambiental no queda debidamente asegurada.

Vidal destacó que gracias al esfuerzo conjunto de la comunidad local, científicos, organizaciones civiles y gobiernos municipal, estatal y federal, el arrecife de coral de Cabo Pulmo se ha recuperado, y ha permitido el regreso de especies migratorias, como el tiburón ballena, las mantas gigantes, las ballenas jorobadas y las tortugas marinas; hoy es el área marina con mayor concentración de peces en el Golfo de California.

Recordó que en 2005 Cabo Pulmo fue designado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco y en 2008 fue integrado a la lista del Convenio Ramsar sobre Humedales de Importancia Internacional.

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