18 feb 2011

Colectivos femeniles de la zona norte exigen al gobierno estatal su inmediata liberación

Respaldan mujeres de Chiapas a indígenas presos del ejido de San Sebastián Bachajón

Rechazan que las autoridades pretendan privatizar la tierra y los recursos naturales de la zona

Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Viernes 18 de febrero de 2011, p. 24

San Cristóbal de las Casas, Chis., 17 de febrero. Colectivos de mujeres indígenas organizadas en la zona norte del estado, incluyendo las pertenecientes a los ejidos San Sebastián y San Jerónimo Bachajón, expresaron su respaldo a los 10 presos del primer ejido, acusados de crímenes que aseguran no haber cometido, y dirigieron un elocuente mensaje al gobierno estatal demandando su liberación inmediata.

No queremos centro ecoturístico en nuestras tierras, manifestaron. No queremos privatización de la tierra y los recursos naturales, ni más amenazas y represión en nuestras comunidades. No queremos divisiones y enfrentamientos por su culpa, y tampoco su compasión, sino su respeto. No nos pueden desalojar de nuestras tierras, las trabajamos y las defenderemos porque nos dan de comer y de vivir.

Pertenecientes a los colectivos Las Gaviotas, Las Golondrinas, Las Palomas, Las Colibrí, Mujeres de Johosil, así como de la otra campaña y personas independientes, las mujeres tzeltales y choles manifestaron: “Sabemos del enfrentamiento ocurrido el 2 de febrero entre grupos de la otra campaña y del PRI (y PVEM) por la toma de la caseta de cobro de Agua Azul, y los resultados de un muerto, muchos lastimados y 117 detenidos, de los que ahora 10 están presos en la cárcel de Playas de Catazaja”.

Rechazan “la grave represión que ha habido en contra de nuestros compañeros y compañeras de la otra campaña, y sabemos que el objetivo del gobierno es comprar a todos y todas, dividirnos y quedarse con nuestras tierras, pero no lo vamos a permitir”.

Advierten al gobierno de Chiapas que seguirán organizándose como mujeres en la defensa de nuestra tierra y nuestra dignidad. Y le dicen: Entienda que nosotras vivimos de lo que cosechamos y de lo que trabajamos y que la tierra es la raíz de una vida digna para nosotras y nuestras familias. Queremos una propiedad familiar y que las autoridades sean para el pueblo, que respeten lo que decide el pueblo, así como su manera de organizarse.

En referencia a los problemas colaterales a la situación actual, que ha causado represión contra los ejidatarios de San Sebastián por resistir los proyectos de desarrollo turístico y reconversión productiva, las mujeres organizadas también expresan: No queremos más alcoholismo en nuestra comunidad porque genera violencia hacia las mujeres; no queremos que el gobierno dé permiso para vender alcohol en las comunidades. Exigimos respeto y justicia para nuestros pueblos indígenas. Que pare de hacernos firmar acuerdos para la privatización de la tierra. Sabemos que tenemos derechos y vamos a defenderlos. Que deje de dividirnos. Sabemos que los proyectos y programas de gobierno sirven para dividir nuestras comunidades, para que entre nosotros, hombres y mujeres indígenas nos confrontemos.

La Jornada pudo observar una alta incidencia de alcoholismo y drogadicción en el centro Alan Sacum, uno de los poblados de San Sebastián Bachajón, donde el grupo oficialista mantiene amedrentadas a las familias, y en días pasados obligó a muchas de ellas a firmar el acta que permitió al gobierno un acuerdo sobre la caseta y el cobro de peaje a los visitantes de Agua Azul, que contraviene la voluntad de los ejidatarios adherentes a la otra campaña.

Los colectivos demandaron respeto a sus formas de organización y decisión: “No queremos que la Procuraduría Agraria nos imponga a las autoridades en el ejido. Queremos un comisariado que respete la lucha por la defensa de nuestra tierra, porque también los compañeros de la otra campaña están luchando por defenderla de la privatización”.

Exigen que se garantice el respeto al derecho de las mujeres a la tierra: Que se escuche nuestra palabra en las asambleas, porque la tierra también es nuestra: la heredamos de nuestros abuelos y abuelas y también tenemos derecho a decidir en ella, porque la trabajamos. Que pare la represión, hostigamientos y violencia hacia hombres y mujeres, no queremos más la presencia de militares y policías en nuestras comunidades. Queremos decirle al gobierno que como mujeres estamos organizadas, tenemos fuerza y nuestra lucha no va a parar con amenazas ni proyectos.

También se manifestaron por la libertad de los presos de San Sebastián otras organizaciones comunitarias como Pueblos Unidos por la Defensa de la Energía Eléctrica en Tila y el Consejo Regional Autónomo de la Región Costa, entre otros.

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