Menos de 54 por ciento de oaxaqueñas accede a la anticoncepción

Por Nadia Altamirano Díaz, corresponsal

México, DF 14 jun 2010 (CIMAC).- Si bien del 2002 al 2009 se redujo en un 25 por ciento la muerte materna en Oaxaca, esa entidad sigue engrosando la cifra nacional al respecto en el país.

De manera preliminar se contabilizaron mil 229 muertes maternas durante el año pasado, lo que aleja al país de cumplir con el quinto de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio: disminuir la mortalidad materna a 417 casos anuales para el 2015.

Mónica Iliana García Rojas, directora de Prevención y Promoción de la Salud de los Servicios de Salud de Oaxaca, destacó que mientras en el 2002 se reportaron 80 casos de mujeres que fallecieron durante el embarazo o dentro de las 42 horas siguientes al parto, el año pasado la cifra bajó a 60. “Estábamos en el primer lugar del país y el año pasado en el cuarto”.

Aunque existe una disminución de la muerte materna del 2002 al 2009, ésta todavía es variable. En el 2003 se logró que hubieran 30 decesos menos que en el 2002, pero en el 2004 volvieron a aumentar los casos con 64 y en el 2005 se reportaron 70.

En el 2006 el número bajó a 54 muertes, pero volvió a registrar un repunte en el 2007 con 70 decesos. Para el 2008 la disminución fue menor, con apenas tres casos menos y en el 2009 los fallecimientos bajaron a 60. En lo que va del año van 23 casos de muerte materna.

Construir una clínica en un municipio pobre no basta para evitar que una mujer fallezca por complicaciones en el parto o puerperio, “sino que se necesita que los médicos sean competentes”, reconoció Iliana García.

Mientras que en las comunidades alejadas y pobres las mujeres siguen muriendo por hemorragias obstétricas, en las áreas urbanas los decesos ocurren por causas indirectas, es decir, por enfermedades preexistentes que se complican durante el embarazo.

Hasta la semana epidemiológica 18, la primera causa de las 23 muertes maternas era la hipertensión, seguida por la hemorragia y las causas indirectas: insuficiencia renal aguda, encefalopatía isquémica, neumonía atípica, influenza, edema agudo pulmonar, VIH/SIDA o metástasis, en ese orden.

En tanto, la anticoncepción después del parto, al igual que la previa al embarazo y el parto, es casi nula para las mujeres de las comunidades indígenas.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2006, diez entidades federativas registraron menos del 54 por ciento de usuarias de métodos anticonceptivos y entre éstas se ubica Oaxaca.

La misma encuesta destaca Oaxaca es también una de las entidades donde más se presenta el retraso en el uso de anticonceptivos, así como una menor información y acceso a los diferentes métodos.